jueves, 29 de diciembre de 2016

Siete.

Cada vez que pienso en ti, recuerdo aquel once de Mayo, saliendo de la estación de metro hacia la calle, ahí estabas apoyado en la pared. Nos miramos y sonreímos. Fue especial, al despedirnos nos abrazamos y no queríamos irnos.  Y ahora que va hacer un mes, un mes y no sabemos qué hacer, hablamos, te siento lejano pero a la vez cerca, pienso que nuestra historia no puede ser y por otra parte me gustaría viajar contigo, irnos los dos juntos. Supongo que la parte racional choca con el corazón, inevitablemente.

No puede ser, me repito una y otra vez.

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