Cada vez que pienso en ti, recuerdo aquel once de Mayo, saliendo de la estación de metro hacia la calle, ahí estabas apoyado en la pared. Nos miramos y sonreímos. Fue especial, al despedirnos nos abrazamos y no queríamos irnos. Y ahora que va hacer un mes, un mes y no sabemos qué hacer, hablamos, te siento lejano pero a la vez cerca, pienso que nuestra historia no puede ser y por otra parte me gustaría viajar contigo, irnos los dos juntos. Supongo que la parte racional choca con el corazón, inevitablemente.
No puede ser, me repito una y otra vez.
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