jueves, 8 de octubre de 2015
No quieres tener razón pero inevitablemente todo te empuja siempre al
final que al principio sabías que tendría. El entusiasmo en el que se
empieza una amistad,la pasión irrefrenable de estar con alguien,las
reflexiones que vienen a tu mente,los sentimientos que te abocan a un
camino incierto. Todo tarde o temprano se pierde,tanto si es por tu
parte como de la otra.Se va como un río en el que la sangre por fín es
liberada de un organismo llamado tristeza,o realidad.Aquella torre en
lo alto,aquella agua clara sin haber sido nunca manipulada por las manos
de los hombres.Ahí está la pureza,hasta que nosotros la tocamos.
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